CASA SIERRA DEL PERAL

En la falda de la sierra que le da nombre, entre las localidades de La Solana y Valdepeñas, se encuentra esta extensión de terreno de casi mil hectáreas de olivar y monte mediterráneo.

Los olivos arbequinos, picuales, cornicabras y hojiblancos, cultivados con arreglo a las demandas de la agricultura ecológica y sobre cubierta vegetal viva natural, conviven con las encinas, jaras y retamas, formando un hábitat idóneo para especies como la perdiz, el zorzal, la tórtola, la paloma, el conejo, el zorro o el jabalí, así como para una gran variedad de artrópodos que contribuyen al control de plagas en el olivar.

La diversidad de variedades en el olivar permite una recolección secuenciada de la aceituna en su punto óptimo de maduración, generalmente durante el envero, lo que unido a la cercanía de la almazara, ubicada en la propia finca, permite la obtención de aceites de una extraordinaria calidad.

Como complemento al olivar, almendros y nogales contribuyen a enriquecer la presencia de variedades cultivadas en la finca.