Ubicada a los pies de la Sierra de Herencia, en las estribaciones de los Montes de Toledo, esta finca tiene una superficie total de 231 hectáreas.

El biosistema es típicamente mediterráneo, con zonas de pinar y el resto de la superficie dedicada al cultivo de vid, olivo y almendro. Las variedades de vid van desde las tradicionales en la zona, tales como el tempranillo o el airén Mancha, hasta otras como chardonnay, verdejo, merlot, cabernet sauvignon o syrah. En cuanto al olivar, arbequina y picual son las variedades que lo componen, mientras que guara y lauranne son las variedades de almendro presentes.

El manejo de los cultivos es completamente ecológico y respetuoso con el medio ambiente, lo cual contribuye al enriquecimiento del ecosistema mediante la presencia de numerosas especies vegetales y animales. Entre los pinos, jaras y retamas abundan especies como el conejo, la perdiz o la tórtola, así como sus depredadores habituales, zorros, águilas o búhos. En lo que respecta al suelo, la aportación de enmiendas orgánicas y microbianas contribuye a la existencia de un microbioma radicular muy dinámico, que contribuye, a su vez, a la inmunización de las plantas frente a organismos patógenos.

Toda la uva tiene como destino nuestra bodega, ubicada en Alcázar de San Juan, mientras que la aceituna se procesa en nuestra almazara, en la finca Casa Sierra del Peral, para la obtención de aceite de oliva virgen extra.